
Emprender es un viaje emocionante y desafiante, lleno de altibajos, pero cuando se combina con la maternidad, las pruebas y tribulaciones pueden parecer aún más intensas, por lo que es más difícil enfocarse en lo lindo que tiene este camino. El blog de hoy está dedicado a todas las mujeres que se niegan a creer que sólo se debe elegir una cosa; a aquellas que sueñan con la familia ideal, el trabajo de sus sueños, con darle a sus hijos todo lo que ellas no tuvieron, a amar incondicionalmente, desarrollar sus anhelos, generar lugares de trabajo para otras personas, ayudar financieramente a quienes lo necesiten, llevar su arte por el mundo… etc. Si tú eres una de estas mujeres, este capítulo es para ti.
Una Mirada al pasado…
Hace unos 25 años atrás en una actividad en el colegio la profesora nos preguntó qué queríamos ser cuando fuésemos grandes. Era una escuela de niñas solamente, por lo que las respuestas eran más o menos similares; veterinaria, doctora, enfermera, etc… cuando me preguntó le respondí que quería tener una empresa y ver las cuentas (nótese que en mi familia nadie tenía empresa, ni se dedicaba a la administración ni nada por el estilo, así que no sé de dónde saqué eso). La profesora sorprendida me preguntó por qué quería eso y simplemente le dije que soñaba con poder tener una empresa y comprar cosas para la casa y trabajar con otras personas. Por otro lado, una compañera mencionó que quería ser mamá y sólo dedicarse criar hijos y tooooda la clase estalló en risa. Yo sólo recuerdo que pensé que cada una podía ser lo que soñara…
Y mantengo ese pensamiento y aunque no es fácil dedicarse a luchar por conseguir lo sueños… ¿qué cosa realmente buena es fácil de conseguir? Así que hace algún tiempo me propuse luchar por el mío, que a estas alturas de la vida ya no es solo mío, sino también compartido con mi amado esposo y mi adorable Juli, y acá te dejo algunas de las cosas que me ha tocado vivir y que seguramente también las has vivido o vivirás:
- Emprender vs. Gestar
Para muchas de nosotras, el desafío comienza incluso antes de lanzar nuestro negocio. La gestación de una idea emprendedora puede ser tan demandante como la gestación de un hijo. Ambas requieren tiempo, dedicación y una gran cantidad de amor y paciencia. La clave está en encontrar un balance, entender que ambos procesos son únicos y valiosos a su manera. Y aunque te digan que no se puede, siempre se puede. Sí, es cierto que debes saber que para los hijos hay que estar disponibles 24/7, pero siempre hay formas de organizar todo para hacerlo (de hecho estoy escribiendo esto con mi hija entada en mis piernas comiendo cereales).
- Enfrentar el Miedo al Fracaso
El miedo al fracaso es una sombra que persigue a muchos emprendedores, pero para nosotras, las mamás, puede sentirse aún más pesado. Queremos ser ejemplos de valentía y éxito para nuestros hijos, pero a veces, el temor de fallar nos paraliza. Recuerda que cada paso, incluso los tropiezos, son oportunidades de aprendizaje. La resiliencia es nuestra aliada, y cada pequeño logro es un gran triunfo en nuestro camino. Así que arremángate y con paso firme vamos avanzando.
- Situaciones con Clientes Conflictivos
Lidiar con clientes difíciles puede ser agotador, especialmente cuando ya tienes mil cosas en mente. La paciencia y la comunicación efectiva son esenciales. Recuerda que no estás sola; muchas hemos pasado por lo mismo y hemos salido adelante. Establece límites claros y no temas defender tu negocio con firmeza pero con respeto. Y recuerda, es tu negocio, por lo que no permitas que ningún cliente ponga las reglas.
- Cuando se Presentan Enfermedades
Las enfermedades, ya sean nuestras o de nuestros hijos, son inevitables y pueden interrumpir nuestros planes. Es importante tener un plan de contingencia y ser flexible. Apóyate en tu red de apoyo, ya sea familia, amigos o colegas, y no te castigues por las pausas necesarias. La salud es lo primero, y tu negocio puede esperar mientras te recuperas. Si tu salud física y emocional están bien, por consecuencia tu negocio estará bien.
- Cubrir las Responsabilidades Financieras
La presión financiera es una de las mayores preocupaciones para cualquier emprendedor. Para nosotras, puede ser aún más estresante cuando consideramos el bienestar de nuestros hijos. La planificación financiera y la búsqueda de asesoramiento profesional pueden ser de gran ayuda. No dudes en invertir en tu educación financiera y busca herramientas y recursos que te permitan manejar mejor tus finanzas. Si sientes que no tienes tiempo de capacitarte, ¡crea los espacios! Ya sea antes de dormir, antes de que despierten tus hijos o iniciar tu jornada laboral… tal vez dejando menos tiempo para RRSS y dedicando unos 15 minutos diarios a leer o estudiar puedes comenzar a conseguir los cambios que necesitas tú y tu negocio. Y si quieres referencias de libros, pues comenta acá o en nuestro DM, estaré encantada de ayudarte.
Reflexión Final
Emprender siendo mamá es una aventura llena de desafíos, pero también de recompensas indescriptibles. Nosotras no solo estamos construyendo negocios, estamos construyendo futuros para nosotras y nuestros hijos. Cada paso que damos, cada obstáculo que superamos, es una prueba de nuestra fuerza y determinación.
Querida mamá emprendedora, recuerda siempre que no estás sola en este camino. Juntas, podemos apoyarnos, inspirarnos y seguir adelante, construyendo un mundo donde nuestros sueños y nuestras familias puedan florecer. ¡Sigamos adelante con valor y corazón!
Con cariño,
Lady.
